Necesitamos un examen

Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos; Y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno. Salmos 139:23-24

A veces uno necesita de alguien que le ayude a arreglarse porque si lo hacemos nosotros podemos dañarlo. Hace un tiempo le pregunté a mi doctora cómo hacía ella en caso de enfermarse, ¿se recetaba ella misma? Me dijo que cuando era algo sencillo sí. Pero algunas veces las cosas son más complicadas y cuando tiene que ir a un especialista tiene que permitir que otro profesional la vea y le recete. 

A veces creemos conocernos. Dice un refrán, "conócete a ti mismo". Está bien eso de conocerse a uno mismo pero la realidad es que no siempre podemos conocernos del todo. Hace falta alguien de afuera que nos vea y nos diga que estamos haciendo bien o mal. Cuando mi esposa se viste sale a preguntarme, "¿me veo bien? ". Ella ya se vió en el espejo y le gustó como se vió pero me pide mi punto de vista. A veces le digo sí y otras veces le digo que combine "esto" con "aquello". Lo mismo pasa cuando escribo algo. A mi me gusta lo que escribo pero lo someto a revisión para ver si hay errores que pasé por alto y siempre se encuentran errores.

En la vida tenemos que pedirle referencia a alguien que sepa más de nosotros mismo que nosoros mismos. Tenemos a Dios. Pregúntale a Dios, ¿hice esto bien? Para tener comunicación con Dios tenemos que orar y pedirle guianza.

Dice la Biblia:
Y en esto conocemos que somos de la verdad, y aseguraremos nuestros corazones delante de él; pues si nuestro corazón nos reprende, mayor que nuestro corazón es Dios, y él sabe todas las cosas. Amados, si nuestro corazón no nos reprende, confianza tenemos en Dios; (1 de Juan 3: 19-21)

Nuestro corazón nos advierte que estamos haciendo mal o bien. Pero un corazón solo nos advierte y reprocha cuando está entregado a Cristo. Si le has entregado tu corazón a Cristo de seguro tendrá una guía para saber si lo que haces está correcto o no.

Dios te bendiga.