lunes, 8 de abril de 2013

Esperanza

¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti? Y fuera de ti nada deseo en la tierra. Mi carne y mi corazón desfallecen; Mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre. Salmos 73:25-26

Esperanza. Esa es una de mis palabras favoritas. Seguridad es la otra. ¿Te gustan esas palabras? 

El salmista hace una pregunta que nos debemos hacer todos si queremos estar seguros de qué creemos. ¿A quién tienes? ¿Quién es tu esperanza? Hace un tiempo hablaba con mis hijos sobre una de la razones por las cuales creo en Dios. Esta vida es muy injusta. Hay mucho odio, maldad, desencantos. Donde quiera que se mire se verán cosas malas. El pesimismo es lo que muchas gentes escogen al ver que este mundo va de mal en peor. Tienes que haber algo mejor que esto. Sin embargo en vez de mirar hacia el lado debemos mirar hacia arriba. Allá en los cielos tenemos nuestra esperanza. Allá está el que no nos falla. Por eso aunque se que sufriré mientras viva, sé que al final de esta vida veré a Aquél de quién preguntó el salmista.
Por eso creo en Dios, porque en esta vida no voy a encontrar la paz y la felicidad que anhelo, eso lo tendré allá y por eso lo deseo.

¿Tienes a alguien en quién confiar? Yo sí.

El apóstol Pablo djo en una ocasión: "Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más dignos de conmiseración de todos los hombres." (1 Corintios 15:19).

Pablo decía que si las esperanzas de nosotros solo estuviesen en esta vida pues seríamos dignos de conmiseración (pena). Pero como mis esperanzas están puestas en Dios, allá arriba no tengo que recibir la pena de nadie porque esa esperanza me hace sentir gozoso y una persona gozosa no se le coge pena.

Cada vez que enfrento un problema digo, "esto pasará, hay algo mejor en el cielo", y me siento mejor. Si en algú momento te sienes cansado y con ganas de rendirte recuerda a quién tienes en el cielo. Recuerda la vida que te espera por la eternidad. Calles de oro, mar de cristal y la presencia de Jesús en todo momento, eso es lo que nos espera.

Dios te bendiga.

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