¿En quién puedo confiar?

Conoce, pues, que Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones; Deuteronomio 7:9

¿Alguna vez alguien te ha fallado? ¿Alguna vez has depositado la confianza en alguien para ver como la traiciona? Mucha gente se desencanta y se decepciona al ver como cada día que pasa la confianza es algo que se pierde. 

Antes la gente que hacía contratos los hacía de palabra. Ahora hay que escribir casi un libro porque mucha gente se las ingenia para hacer trampa. La confianza en el ser humano es futil. 

Entonces, ¿en quién se puede confiar que nunca falle? El mismo Jesús fue traicionado por uno de sus discípulos, Judas Iscariote, el que comía al lado de él.

Cuenta la historia que el dictador romano Julio Cesar fue invitado al senado por los senadores. En ese entonces le tenían una emboscada. Para ese tiempo eso de elecciones no existía y la manera de resolver los problemas políticos era violenta. Pues allí estaba Julio Cesar cuando los senadores lo rodean y algunos sacan puñales para atacarlo. Julio Cesar estaba esquivando y luchando hasta que entre los que lo atacaban vio a Marco Bruto. Dicen los historiadores que al ver a una persona en la que él confiaba dejó de luchar y dijo las palabras, "¿Et tu Brute?" (¿Tu también Bruto?). Ver a su amigo entre el grupo de la gente que quería matarlo le robó las fuerzas que le quedaban para luchar. En ese momento dejó de luchar. Ya no tenía fé porque vió la traición de cerca.

El ser humano es cambiante. Una persona puede ser hoy día una cosa y otro día otra. Debe haber alguien que no cambie. Si miras hacia el lado no lo verás. Tienes que mirar hacia arriba. Allá en el cielo está el que no le ha fallado a nadie nunca, Jehová.

Si la desesperación y la inseguridad te han hecho una visita mira hacia arriba, al que nunca traiciona. Creer en Dios es la mejor garantía que tiene un ser humano en la vida. Él nunca te traicionará. Tienes su palabra y en esa puedes confiar.

Dios te bendiga.