martes, 22 de febrero de 2011

Parte II: El corazón de Caín en la familia de hoy

La clave de la degeneración social de estos tiempos es la falta de enseñanza de valores y moral dentro del círuclo familiar. La pobre atención a la educación en el hogar, la poca inculcación y modelaje de valores y la preocupante y generalizada idea de que los derechos y la libertad permiten hacer todo lo que queramos han dejado como resultado una sociedad enferma y lejos de Dios.


Querer ser como la otra persona y tener lo que el otro tiene mueve a muchos a cometer delitos como asesinato, robo, estafa y mucho más. Hay muchas leyes en contra de estas conductas pero no es hasta que reconocemos lo que lo provoca, lo que guarda el corazón no lo vamos a combatir.

Cristo mismo expresó que el problema radica en el corazón: "El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo"(Lucas 6:45).

Aunque leyes más fuertes se hacen cada vez más necesarias para combatir estos males, también nos enfrentamos a la realidad de que hay que erradicar el mal desde la raíz. Hay dos cosas que podemos hacer.

1) Confrontar a la gente con su necesidad de cambio, el cual solo puede darse através de Dios.
2) Y atender mi propia necesidad, es decir, comenzar a cambiar yo.


Para cambiar al mundo debo comenzar por cambiar yo.


Para mayor comprensión de esta entrada visita la entrada anterior: Parte I El corazón de Caín en la familia de hoy

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Puedes opinar, diferir con respeto, preguntar y hasta pedir oración.