lunes, 25 de marzo de 2013

Ama a Dios, aborrece el mal

Los que amáis a Jehová, aborreced el mal; El guarda las almas de sus santos; De mano de los impíos los libra. Salmos 97:10

Amar a alguien implica que no se amará a otra persona sino solo a esa persona. El amor es algo que se da todo o no se da. Es por eso que el que ama a Dios no puede gustarle las cosas malas. El que ama a Dios de verdad no se entretiene con cosas que ofenden a Dios porque el amor no hace nada indebido (1 Corintios 13). 

Aborrecer significa rechazar desde adentro. Es sentir repugnancia. Pregúntate si las cosas que ofenden a Dios te dan repugnancia, risa o te son indiferentes. Si no sientes repugnancia por las cosas malas entonces algo malo hay con tu amor a Dios. Pero nunca es tarde. La misericordia de Dios es grande y el es pronto para perdonar. 

Dios te bendiga.

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