viernes, 28 de enero de 2011

PARTE I: El poder de los humildes

La base bíblica de este mensaje se encuentra en 1Corintios 1:18 en adelante. La reflexión se resume en que Dios Ha permitido que tengamos el poder de la Palabra que transforma y libera. El mensaje de la cruz debe ser predicado sin reservas ni temores porque ha sido un regalo de parte de Dios para aquellos que son humildes y aceptan que la gloria es de Dios. El poder de la predicación es para aquellos que aunque no tengan conocimientos, dones y capacidades permiten que Dios se glorifique en sus debilidades.

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